— Titan desafío de la Magrera 2018 —

     El 18 de febrero de 2018 terminamos la segunda prueba de las cinco que corresponden a la Titan Xtrem Tour, mi compañero y cuñado Rubén y yo. Una prueba en la que días antes predominó la lluvia, lo que propició que todo el terreno estuviera lleno de charcos y barro.

     El día de la carrera, por suerte para los 600 participantes, solo nos recibe el frío, 4 graditos, y la lluvia se resiste a caer. Me sitúo en el cajón de salida, como es costumbre en último lugar , así seguro que supero el momento inicial.

     Comienza la carrera con dos kilómetros cuesta abajo y por asfalto. La sorpresa llega cuando nada más terminar el asfalto, comienza la primera cuesta y con barro. Aquellos participantes que tanta prisa tenían cuando tiene lugar la salida los empiezo a esquivar y adelantar. A partir de ahí empieza un sube y baja suave sin dejar en ningún momento el barro, acentuándose más cuando se transitaba por sendas, hasta la llegada de nuevo a Hornachos, donde nos esperaban dos muros de piedra ¡Vaya dos cuestas que se sacaron de la manga, a cual más dura!! la primera bien, pero la segunda... Los más de 90 kg son mucho para tirar, me bajo muy digno y andando, pero aun así no veáis como costaba. 

     Ahora toca la Magrera, otra buena subida por senderos muy, muy técnicos, y gracias al agua se vuelve intransitable. En el km 46 tengo un problema de los grandes, se parte la cadena, iba tan llena de barro que no aguantó, a pesar del gran trabajo que realizó Mario de Ciclos Muñoz, porque... vender bicis, cualquiera, pero mecánicos como él quedan pocos. A pesar del reto que me lanzó la Magrera no me achantó, así que cojo mi bici y sigo andando. En ese momento pensé sin dudarlo "esto lo termino". Tras 3 kms andando cuesta arriba, llenito de barro, aparece una moto de la organización. Gracias a Antonio Castaño, que dedicó 20 minutos para reparar la cadena sin tener más eslabones, muchísimas gracias.

     Una vez terminada la reparación, me subí a la bicicleta, eso sí, con tres piñones menos, lo que hace que esos 4 kms de subida que quedaban costarán bastante.

    Ya solo quedaba bajar tres kms, sin parar de bajar, lleno de piedras, barro y escalones. Bastante técnico pero mereció la pena, unas vistas impresionantes. Todo lo q la ruta tenía de dura lo tenía de espectacular.

     Deseando volver el año que viene para darlo todo en ello. No quiero dejar pasar este momento para darle las gracias a mis padres, Conchi y Jaime, que estaban esperando en la meta para mi llegada, a pesar del mal tiempo que aconteció. 

     Sobre todo, eche muchísimo de menos a mis dos princesas, Guadalupe y Julia, las cuales están siempre en mi memoria, pero seguro que a la próxima están allí, os amo a las dos muchísimo.No olvidar a mi cuñado Rubén, que cada día está mejor, 12 de su categoría y 50 de la general. Este año queda entre los 10 primeros fijo. Eres un campeón. 

     Y como no, a todos los componente de vamos de ruta, que me acogieron y están siempre ahí. Así que en resumen. Muy duro el recorrido, pero merece la pena, luchando contra todos los inconvenientes pero apoyado por una familia q se lo merece todo.

Vamos de Ruta, Moron de la Frontera (Sevilla), vamosderutamoron@gmail.com
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